El próximo
día 23 de marzo, a partir de las 19:00 horas, celebraremos la Cena de la Pascua Judía (tal y como la vivió Jesús) en el Centro de Espiritualidad Virgen de la Montaña.
LA PASCUA JUDÍA
El
pueblo de nuestros antepasados en la fe, celebra su liberación
La fiesta
pascual de los cristianos tiene sus raíces en la pascua de los judíos. Cuanto
mejor conozcamos la celebración judía, tanto mejor comprenderemos el papel de
la tipología pascual del Antiguo Testamento para interpretar el misterio de la
muerte y la resurrección de Jesús y tanto mejor comprenderemos lo que
celebramos en la fiesta más importante de nuestra Iglesia.
En
Ex 12,1-28 se nos narra la razón por la cual los judíos celebraban la fiesta
pascual. La narración está compuesta de diferentes relatos, que proceden de
tiempos diversos. Podemos recordar lo siguiente:
Lo
que era la fiesta de la Pascua antes del éxodo
Desde
tiempos inmemoriales, los pastores nómadas celebraban, con ocasión del
comienzo del año, o mejor aún, con ocasión de la época de transición entre
el invierno y la primavera, una fiesta especial.
Era
la época del año en la cual nacían las crías de las ovejas. Era la época en
la cual ellos tenían que comenzar de nuevo la peregrinación que los
conduciría al país cultivado, en cuyas inmediaciones podrían pasar el tiempo
del verano.
En
la noche del primer día de luna llena de la primavera se reunían los pastores
en el desierto, sacrificaban un cordero, realizaban un rito mágico para
espantar los espíritus que podían perjudicar a los ganados o para ganarse la
protección de los buenos espíritus, y celebraban una cena. En esta cena
comían las carnes del cordero, con los vegetales que podían encontrar en el
desierto. Cuando la celebración tenía efectivamente un sentido religioso,
agradecían a los dioses la protección sobre los ganados y la que ellos mismos
experimentaban en la peregrinación que los llevaba más allá del desierto.
En
algún momento, cuando ya el pueblo era sedentario, la fiesta de la Pascua, que
era una fiesta pastoril, coincidió con la fiesta de primavera de los
agricultores, que consistía más que todo en comer los panes sin levadura,
amasados con los primeros frutos de la cosecha de cereales.
La
fiesta propiamente dicha de la Pascua de los israelitas
La
fiesta de primavera que ya existía antes del surgimiento de Israel como pueblo,
se relacionó estrechamente con la experiencia de fe de la liberación de los
hebreos, esclavos en el Egipto: Ex 12,12-13.21-23. Y ya no se celebró en
función de los ganados (ni de las cosechas, en el caso de la fiesta de los
campesinos), sino como conmemoración de la liberación del éxodo. La fiesta
comenzaba con la cena pascual y se extendía por siete días, de acuerdo con la
tradición de los ácimos: Ex 12,14-20.
Esta
fiesta de la Pascua israelita tiene toda una historia, que nos obliga a
considerar varios momentos:
-Primero
que todo, el de lo que podríamos designar como la celebración doméstica,
cuando se realizaba un rito con la sangre (se marcaban el dintel y los postes de
las casas), además de la cena propiamente dicha.
-Luego
la celebración centralizada en Jerusalén, que incluía un sacrificio cultual
con la sangre (recogida por los sacerdotes en vasijas que se pasaban de mano en
mano hasta el altar), la parte que correspondía a Dios en el banquete de la
comunión; y una cena, que obedecía a un ritual bien establecido, en el que
jugaban un papel fundamental las carnes del cordero, el pan ázimo, las hierbas
amargas y las cuatro copas de vino. Todos estos elementos de la cena encarnaban
simbólicamente el memorial del éxodo para ser compartido fraternalmente. La
cena tenía una hermosa estructura pedagógica, que permitía que los niños
aprendieran experimentalmente a ser judíos, a convertirse en miembros del
pueblo elegido.
-En
la época de Jesús, la cena pascual tenía además una importancia
escatológica muy grande. Las esperanzas mesiánicas eran cultivadas de una
manera especial en esta cena, lo que hace bien comprensible el hecho de que, ya
en los mismos relatos por lo menos de los sinópticos, se dé tanta
trascendencia a la referencia a esta fiesta.
La
celebración pascual de los judíos de hoy
¿Cómo
nos narraría hoy un judío su celebración pascual? Hay que tener en cuenta
que, desde la destrucción del templo en el año 70 d. C. por los romanos, los
judíos renunciaron a comer en la cena pascual un cordero inmolado. Y también,
que la cena pascual se celebra una vez que se ha asistido a la liturgia
sinagogal.
Todo
comienza en la tarde del Seder. Seder significa orden: los
judíos llaman a la cena pascual cena del Seder, porque en ella todo está
rigurosamente ordenado, pues se trata de la tarde más solemne del año.
Con
anticipación ha sido retirado todo pan fermentado y ha sido guardada la vajilla
ordinaria. Para la fiesta hay una vajilla especial. Se prepara pues la fuente
del Seder (el plato), se ponen las copas en las que se servirá el vino como
signo de la alegría, se acercan las sillas cómodas que reemplazan los
triclinios en los cuales se recostaban los comensales en las cenas antiguas.
La
introducción consiste en el servicio de la primera copa de vino, que se bebe
mientras se pronuncia una oración de alabanza. El padre de familia moja
entonces la verdura en un agua salada, pronuncia una bendición y da algo a cada
uno. Luego reparte un pan ázimo, del que separa la mitad para después de la
cena.
Ahora
tiene lugar la cena propiamente dicha. El padre de familia dirige una
invitación a "los que tienen hambre y a los pobres". Se sirve
entonces la segunda copa. El menor de los asistentes pregunta sobre la razón
por la cual se celebra en esta forma la fiesta. Todos responden:
Un
día fuimos esclavos del Faraón en el Egipto; entonces nos condujo el Eterno,
nuestro Dios, fuera de allí.
Se
narra entonces la historia de la liberación. Con ocasión de la narración del
recuerdo de las diez plagas, cada uno mete un dedo en la copa de vino, toma diez
veces una gotita y la derrama. No se debe beber completamente la copa de la
alegría, pues entonces hubo mucho sufrimiento entre las gentes en el Egipto. A
la narración de la historia de la liberación responden todos con el Hallel, el
conjunto de salmos de alabanza que tienen que ver con la liberación del Egipto.
Se bebe entonces la segunda copa. El padre de familia toma el pan, pronuncia la
acción de gracias, lo parte y da de él un trocito a cada uno. De la misma
manera toma de las hierbas amargas, las sumerge en la salsa, pronuncia una
bendición, y da a cada cual de comer.
En
ese momento son traídas las viandas propiamente dichas de la cena. Antiguamente
se comían ahora las carnes del cordero. El postre es simplemente el trozo de
pan ázimo reservado para este momento.
Después
de comer se sirve la tercera copa. El padre de familia comienza la oración de
la mesa con las palabras: "Alabemos a quien nos da el alimento!", y
reza la oración de la mesa. Se bebe entonces la tercera copa.
Se
sirve finalmente la cuarta copa. Se abre la puerta para que pueda entrar el
mensajero del Mesías, el profeta Elías. En medio de la mesa se pone una copa
llena de vino para él. Se canta la segunda parte del Hallel y se bebe la cuarta
copa.
Con
una oración de conclusión se termina la celebración.
Podría
decirse que celebrar la fiesta de la Pascua ha sido siempre para el pueblo
judío asumir la memoria de su historia, entendida como historia de liberación.
Un hermoso poema, el Targum de Ex. 12,42, nos da una cierta idea de la manera
como se evoca, en el sentido del éxodo, toda la historia en el memorial de los
judíos.
EL
POEMA DE LAS CUATRO NOCHES
(Targum de /Ex/12/42)
(Targum de /Ex/12/42)
Al
final de los cuatrocientos años, aquel mismo día, salieron todos los
ejércitos de YHWH liberados, del país de Egipto. Es una noche de vigilia,
preparada para la liberación en nombre de YHWH, en el momento en que hizo salir
a los hijos de Israel, liberados del país de Egipto.
Pues
bien, hay cuatro noches inscritas en el libro de las Memorias. La primera noche
fue cuando YHWH se manifestó en el mundo para crearlo. El mundo estaba informe
y vacío y las tinieblas se extendían sobre la superficie del abismo, y la
palabra de YHWH era luz y brillaba. Y la llamó primera noche.
La
segunda noche, cuando YHWH se le apareció a Abrahán anciano de 100 años y a
su esposa Sara, de noventa años, a fin de cumplir lo que dice la Escritura:
"Es que Abrahán, a los cien años de edad, va a engendrar y su esposa
Sara, de noventa años, va a dar a luz un hijo?" Pues bien, Isaac tenía 37
años cuando fue ofrecido en el altar. Los cielos se inclinaron y bajaron e
Isaac vio sus perfecciones. Y la llamó la segunda noche.
La
tercera noche fue cuando YHWH se apareció a los egipcios en medio de la noche;
su mano mataba a los primogénitos de Israel, para que se cumpliera lo que dice
la Escritura: "Israel es mi primogénito". Y la llamó la tercera
noche.
La
cuarta noche será cuando el mundo llegue a su fin para ser disuelto. Los yugos
de hierro se romperán y las generaciones perversas serán aniquiladas. Moisés
subirá de en medio del desierto y el rey Mesías vendrá desde lo alto. Uno
avanzará a la cabeza del rebaño y su palabra caminará entre los dos y ellos
marcharán juntos.
Es
la noche de la pascua para el nombre de YHWH, noche reservada y fijada para la
liberación de todo Israel a lo largo de sus generaciones.
Publicar un comentario